Si no conoces Carmona, esperamos que con este texto te animes a visitar nuestra ciudad, una de las más antiguas de Europa y sin duda alguna una de las más bellas de toda Andalucía, Adarve Patrimonio Cultural estará encantado de enseñarte todos sus secretos. Si buscas un enclave cargado de Historia, Arte, buena gastronomía, callejuelas y rincones con encanto, tradiciones y fiestas centenarias, magníficos hoteles para descansar y el cariño y el buen recibimiento del ciudadano de a pie, en Carmona podrás vivir esa magnífica experiencia que todos hemos soñado alguna vez.

 

En el término municipal de Carmona se han encontrado restos arqueológicos que nos dicen que el hombre habitó nuestras tierras alrededor del año 400.000 a.C. La importancia de Carmona a lo largo de tantos y tantos siglos de vida radica en sus riquezas naturales ya que es una ciudad rodeada de vastas tierras de cultivo, muchísima agua subterránea y que además está situada en lo más alto de una formación rocosa conocida como los alcores, a unos 250 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en una fortaleza casi inexpugnable. En la Edad del Cobre, alrededor del año 3.000 a. C., los primeros pobladores ocuparon ya la parte alta de nuestra ciudad y de esta época se conserva en pleno centro histórico algún dolmen.

El entramado urbano de Carmona comenzó a crearse alrededor del siglo VIII a. C. con la llegada de los fenicios, quienes convivieron con los tartesos, la población indígena. De esta etapa es el magnífico conjunto de Saltillo, una serie de piezas usadas para rituales funerarios entre las cuales destaca una vasija decorada con un cortejo de grifos. Los cartagineses también dejaron aquí su huella, muy notable, por ejemplo, en el imponente alcázar defensivo de la Puerta de Sevilla. Sin duda una de las culturas que más riqueza aportó a Carmona fue la romana; Julio César dijo, en uno de sus muchos escritos, que “Carmo” era la ciudad más fuerte de toda Andalucía. Uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de esta época es la necrópolis, que es, a día de hoy, el cementerio romano más grande conservado en la península ibérica. De los visigodos se han conservado pocos vestigios, pero hay un resto curioso, una columna con un santoral cristiano que nos hace pensar que la iglesia prioral de Santa María de la Asunción, la más importante de la ciudad, antes de ser mezquita musulmana fue ya una basílica cristiana.
A principios del siglo VIII los musulmanes tomaron Carmona y alrededor del siglo XII comenzó a levantarse el Alcázar de Arriba, conocido también hoy como el Alcázar del Rey don Pedro, por encargarse éste de su ampliación. En su patio de armas se levantó en los años 70 del siglo XX el Parador Nacional de Turismo. En 1247 Fernando III el Santo conquistó la ciudad y comenzó a darse un curioso caso de convivencia entre musulmanes y cristianos. Los musulmanes no pudieron ser expulsados por el poderío militar del que disponía la ciudad, con sus grandes alcázares y sus potentes murallas y se llegó a un acuerdo mediante el cual musulmanes y cristianos vivieron en paz durante varios siglos. Es en este periodo cuando podemos hablar del mudéjar; en Carmona vemos preciosas obras realizadas bajo este denominador común, tanto en arquitectura religiosa como en arquitectura señorial y popular, y claros ejemplos de cómo el mudéjar no es sólo una forma de entender el arte o la arquitectura, sino una manera de ver la vida, unas costumbres que aún perviven después de tantos y tantos años. Otros estilos artísticos como el gótico, el renacentista, o el neoclásico, pueden verse en algunos de nuestros monumentos, pero el estilo que más floreció después del mudéjar fue sin duda el barroco, encontrando grandes ejemplos en la arquitectura religiosa y noble, la retablística, o la imaginería.

De Carmona son grandes personajes ilustres, pero uno de los más reconocidos es, sin duda, el magnífico pintor José Arpa, nacido en el siglo XIX. Recorrió medio mundo alimentándose de distintas corrientes pictóricas, diferentes estilos que supo cultivar con gran acierto. Viajó por Europa, Latinoamérica o Estados Unidos y en 1934 fue nombrado hijo predilecto de nuestra ciudad.

 

Carmona ha acogido a diferentes civilizaciones a lo largo de los siglos y como habitantes de una ciudad multicultural ahora estaremos encantados de acoger a viajeros y a visitantes con ganas de conocerla. Hemos intentado resumir la Historia de Carmona, pero esta no es una ciudad que se pueda conocer leyendo un pequeño texto, Carmona hay que vivirla al menos durante un par de días, pasear por sus calles, sus plazas, su alameda, conocer a su gente, sus costumbres y sus fiestas, visitar sus grandes monumentos, observar con detenimiento su piedra de alcor, contemplar la grandeza de su vega, comer espinacas con garbanzos o torta inglesa… Carmona, con tantos años de historia, guarda muchos secretos; nosotros les ayudaremos a conocerlos y a que entiendan por qué la llamamos “el Lucero de Europa”.

Como llegar